Mapa | La transición verde y digital de Barcelona y sus impactos en el Sur Global


¿Qué implicaciones materiales tienen la apuesta por la movilidad eléctrica, la digitalización y el despliegue de las renovables sin un replanteamiento en términos de decrecimiento?

Publicamos con Lafede.cat un mapa elaborado colaborativamente sobre los impactos de la transición verde y digital de Barcelona en el Sur Global.

Este mapa ilustrado es el resultado de un proceso colectivo con distintos grupos, entidades, organizaciones e instituciones que trabajan temas relacionados con la justicia global y en conexión con otros territorios. El mapa completo se presentó el viernes 2 de febrero en un acto presencial en Lafede.cat y se puede descargar aquí. También disponemos de copias en papel de tamaño A2 que se pueden pasar a buscar en Lafede.cat en horario de apertura.

En un contexto de emergencia climática, crisis energética, guerras y desigualdades crecientes, las instituciones del Norte global han realizado un viraje hacia el lenguaje de la securitización a la vez que promueven la transición «verde». En la Unión Europea, la transición verde se ha presentado como una transición gemela, verde y digital, que van a liderar las grandes corporaciones. Esta transición requiere una enorme cantidad de materias primas para fabricar los dispositivos que permiten capturar energías renovables y la digitalización. Así, se ha intensificado el interés por el negocio de la transición verde, por capturar las etapas de la cadena de valor de las tecnologías «verdes» y digitales, y ha comenzado una carrera por las materias primas críticas.

 

La base material para la transición

Los minerales necesarios para esta transición se encuentran repartidos en el mundo de forma desigual. Muchos de los territorios ricos en estos recursos están en el Sur global, y se han convertido en el foco de gobiernos y empresas para garantizar el influjo de materias críticas para la transición. Como puede verse en el mapa, la extracción de materias primas en países del Sur Global está generando numerosos conflictos socioambientales. El incremento de la demanda asociada a las tecnologías de descarbonización -turbinas eólicas, paneles fotovoltaicos, vehículos eléctricos, etc- podría llegar a representar en 2040 el: 40% de la demanda global de cobre, 40% por las tierras raras, 60-70% por el níquel , 60-70% por el cobalto y el 90% de litio. Estos minerales son también necesarios para las tecnologías digitales como los teléfonos móviles o dispositivos bluetooth.

Por otra parte, China controla parte del mercado tanto de tecnologías verdes como digitales. Así, muchos de los productos manufacturados que llegan a Europa, y, por tanto, a Barcelona, vienen de China: un 30% de los electrolizadores, un 60% de los aerogeneradores, un 60% de los paneles solares y un 40% de los coches eléctricos.

Modelo energético

La captura de energías renovables tiene una base material: para fabricar las tecnologías que lo permiten, son necesarios muchos de los minerales que la UE ha calificado de críticos y/o estratégicos. Actualmente, sólo un 7% de la energía total consumida en Barcelona procede de fuentes renovables. Por tanto, cambiar las fuentes de origen fósil por renovables tendrá impactos, ya que requerirá la extracción de minerales para fabricar los aerogenereadores, paneles fotovoltaicos, baterías de almacenamiento de la electricidad generada, etc.

Por otra parte, infraestructuras como el puerto tienen un importante consumo energético en la ciudad. En lugar de planificar el decrecimiento de los cruceros y minimizar el consumo energético de las infraestructuras vinculadas al puerto, el Ayuntamiento plantea electrificar el puerto. Si la electricidad debe ser de fuentes renovables, esto implica un incremento de la demanda de energía renovable de la ciudad.

Moverse por la ciudad

El mapa destaca el impacto de la transición de la movilidad en la total demanda de minerales. La sustitución de vehículos de combustión por vehículos eléctricos es el principal impulsor del incremento de la demanda de materias críticas: representa un 50-60% del total. En concreto, necesitan sobre todo litio, cobalto, suelos raros, grafito, níquel, cobre, manganeso y aluminio. Se prevé quela demanda mineral para la producción de vehículos eléctricos se multiplique por 40 el 2040.

A Barcelona, el parque total de vehículos era de 811.673 el 2021, mientras que el número de vehículos eléctricos e híbridos por porcentaje del total es de un 5%. Políticas como la Zona de Bajas Emisiones o el Plan Renove promueven la compra de nuevos vehículos híbridos y eléctricos para sustituir a los vehículos actuales. Si tuvieran que sustituirse todos los vehículos privados existentes, implicaría un aumento exponencial de la demanda de minerales para fabricarlos.

Por otra parte, otra de las soluciones propuestas en la movilidad son los vehículos de hidrógeno. Por ejemplo, el Plan estratégico TMB 2025 prevé 46 autobuses de hidrógeno para 2025, con una apuesta por el hidrógeno verde. Promover el hidrógeno verde permite externalizar los impactos de la necesaria expansión de renovables para su producción en otros territorios. Es decir, permitiría transportar el hidrógeno producido con energía eólica a Marruecos o Alt Camp para quemarlo en vehículos en Barcelona. De hecho, en Barcelona existe la única hidrogenera (estación de recarga de hidrógeno) de uso público del Estado español, propiedad de Iberdrola de 2,5 MW y financiada con fondos europeos con 3,8M€.

Por lo que respecta a otros medios de transporte, la aviación es el medio de transporte más contaminante. Por eso la industria dice que sustituirá al queroseno (el combustible fósil que utilizan los aviones) por biocombustibles e hidrógeno. Actualmente, los biocombustibles representan menos del 0,01% de todo el combustible utilizado para la aviación, e incrementar la producción requiere más monocultivos. De hecho, a día de hoy, los biocombustibles que se consumen en Europa ocupan una superficie de 9,6 millones de hectáreas; más que toda la isla de Irlanda.

El hidrógeno, por su parte, no será viable para vuelos de medio y lardo recorrido antes del 2050. Hasta entonces sólo se podría reconvertir el mercado regional y de corta distancia, gran parte del cual se puede sustituir por carretera o ferrocarril. Pero antes de que los aviones de hidrógeno sean una realidad, deben resolverse muchos problemas técnicos. El despliegue de hidrógeno «verde» en la aviación requeriría grandes cantidades de electricidad renovable, lo que privaría a otros sectores de la necesidad de descarbonizarse.

La cara invisible de la digitalitzación: es material

Todas las tecnologías digitales necesarias para la digitalización de la vida tienen también una base material: necesitan minerales para fabricarse. La ciudad acoge cada año el Mobile World Congress (MWC), una feria que busca desarrollar la red 5G. Internet genera un 3,7% de las emisiones de CO2 globales y tiene un crecimiento del 4% anual de la intensidad energética. El 45% del consumo se realiza en los centros de datos y el 24% en las redes de comunicación.

Además, el MWC fomenta también el consumo de nuevos teléfonos móviles. Si cada persona mayor de 15 años tiene un smartphone, habría en Barcelona 1.461.547 smartphones en funcionamiento (aparte de los antiguos que cada persona tiene en el cajón). Promover eventos como el MWC implica incentivar la compra de nuevas tecnologías e incrementar la presión sobre la demanda mineral.

Por otra parte, en Barcelona existen varios edificios de servidores. Estas máquinas tienen un enorme consumo energético para la refrigeración, puesto que necesitan mantener la temperatura adecuada para todos los sistemas informáticos en pleno funcionamiento las 24h del día y los 7 días de la semana. Por tanto, la digitalización tiene implicaciones materiales.

 

Final de ciclo

Los aparatos eléctricos y electrónicos siguen siendo uno de los flujos de residuos de más rápido crecimiento en la UE, con una tasa de crecimiento anual del 2%. Además, se trata de residuos que contienen tóxicos, y cuya tasa de recogida todavía es baja: menos del 40% de los residuos electrónicos se reciclan en la UE.

Durante 2019 se generaron 53,6 millones de toneladas de residuos electrónicos en el mundo, de las cuales sólo el 17,40% se reciclaron adecuadamente. En Barcelona, se recogen anualmente alrededor de 500 toneladas de residuos de aparatos electrónicos. Hay incertidumbre sobre una cantidad significativa de residuos electrónicos que terminan en tráfico ilegal enviado a países como Ghana, donde no existen recursos para reciclar adecuadamente. Agbogblishe, uno de los mayores vertederos electrónicos del mundo, se encuentra en Accra. Sin protección ni medios adecuados para garantizar un reciclaje adecuado, las personas que trabajan están expuestas a manipulaciones tóxicas que, con frecuencia, acaba causando daños muy graves a su salud.

 

¿Cuáles son las alternativas?

En este contexto, urge replantear el modelo económico. Para hacer frente a la crisis climática con justicia global, es necesario avanzar en la descarbonización de la economía a la vez que se reduce drásticamente la demanda de minerales. Un modelo económico basado en el crecimiento infinito es incompatible con ese imperativo. Por tanto, es necesario plantear escenarios de decrecimiento económico en el Norte global en general, y en Barcelona en concreto, para llegar a la suficiencia que garantice vidas dignas para todos y la continuidad de la vida en el planeta.

La mineria urbana puede contribuir a caminar en esta dirección. Se trata de la recuperación de minerales ya extraídos de desechos electrónicos y otros residuos presentes en la ciudad. Es una vía hasta ahora poco explorada pero prometedora. Si bien no es un sustituto por la demanda en aumento de materias primas, la minería urbana puede contribuir a su suministro con menor impacto climático y social.

Además, es primordial replantear la transición de la movilidad: para reducir la demanda mineral, es necesario abandonar el paradigma del vehículo individual. También promover la movilidad a pie y en bicicleta mientras se potencia el transporte colectivo y público.

 

Descarga el mapa

Más información:

 

 

Contenido relacionado

Propuestas ecofeministas para repensar las ciudades

MartaPerez

Historia Repetida: cómo fracasan las Colaboraciones o Concesiones Público-Privadas

Maadix

ReGenerationEU: una herramienta web hacer llegar los fondos NextGenerationEU a la economía social y solidaria

emma