Los fondos europeos que recibirá España si el plan que Sánchez presenta el miércoles se aprueba en Bruselas vienen con fuertes condicionalidades y conllevan riesgos a corto y largo plazo.
Este miércoles 14 de abril, el Gobierno de Pedro Sánchez presentará su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia “España Puede” al Congreso de los Diputados antes de enviarlo a Bruselas. Es el plan definitivo del borrador que Sánchez había enviado el pasado octubre 2020 a la Comisión Europea para asegurase de los 140.000 millones de euros en subvenciones y préstamos proveniente del paquete de ayudas europeas Next Generation EU (NGEU). Si el plan se aprueba en Bruselas,72.000 millones de euros se trasferirán como subvenciones en los próximos tres años a España.
Es una considerable inyección de dinero destinada, según el relato oficial, para la recuperación económica y la transición digital, energética y ambiental de la economía europea. Más allá de este discurso, amplificado por los grandes medios de comunicación, ¿qué son?, ¿tienen riesgos económicos, sociales y ambientales? y si los tienen, ¿hay propuestas para frenarlos? Estas preguntas se intentan responder en la guía NextGenerationEU: más sombras que luces, elaborada por varias entidades y colectivos sociales. Si se desgrana de dónde salen los fondos, las condiciones europeas para disponer de los millones de NGEU, quién está decidiendo su destino y el tipo de proyectos que se están presentando, empiezan a verse sus riesgos.
Los fondos europeos generarán deuda pública, recortes y austeridad. Los fondos, tanto las subvenciones como los préstamos, se conseguirán a través de la emisión de deuda por parte de la Unión Europea. De forma que, aunque las empresas reciban dinero a fondo perdido, todo el presupuesto tiene que devolverse a los mercados financieros por los Estados en los próximos cinco a 30 años. Difícilmente se conseguirá impulsar un período de fuerte crecimiento económico en la actualidad, al menos el suficiente como para devolver la deuda sin recortar inversión pública y sin aumentar el deterioro ambiental. Así que la fórmula de pago volverá a ser la misma que se aplicó tras el crash global de 2008: plan de ajuste estructural y reformas laborales y de las pensiones. De hecho, una de las condiciones europeas para recibir los fondos europeos es reducir el gasto público en el sistema de pensiones.
El dinero se está repartiendo entre las grandes empresas, sin valorar la necesidad de reforzar lo público ni asegurar que también reciben ayudas actores pequeños como las PYMES, autónomos, economía social y solidaria, que son los que más empleo generan y mayor potencial transformador tienen. Los proyectos hasta ahora presentados al gobierno para aspirar a los fondos del Plan “España Puede”, son infraestructuras y reformas de grandes dimensiones, donde empresas como Endesa, Iberdrola, Repsol o El Corte Inglés se llevarán miles de millones de dinero público. Solamente los proyectos presentados por Endesa e Iberdrola ya suponen uno de cada dos euros de las subvenciones totales de Europa para el conjunto del Estado.
Hay riesgo de que supongan un lavado de cara verde para multinacionales y no apuntan a las lecciones de la pandemia. En concreto, el tipo de proyectos presentados por las compañías y por las comunidades autónomas se orientan a las infraestructuras, el hidrógeno, la digitalización de redes eléctricas y empresas, los parques eólicos y fotovoltaicos, el AVE, la extensión del 5G, la digitalización de empresas, las gigafactorías de baterías y la movilidad inteligente. Muchos de ellos son presentados como necesarios para la transición energética, como es el caso del hidrógeno verde. En cambio, este tipo de proyectos siempre aparecen acompañados de grandes empresas petroleras y gasistas con una trayectoria bien poco verde. Por ejemplo, entre los promotores del proyecto Hydrogen Valley of Catalonia está la empresa de acero Celsa junto con la minera israelí ICL, la transnacional del agua Suez y la gasista Naturgy. Un lavado verde para rescatar industrias contaminantes y mantener el control centralizado de la energía.
Autor/a: Erika González (OMAL), Quim Pérez (Ecologistas en Acción) y Nicola Scherer (ODG),
Publicado: 15 abril de 2021
Foto: Publicada a ElDiario.es
Enlace: https://www.eldiario.es/opinion/tribuna-abierta/espana-fondos-europeos-recuperacion-resiliencia-arrojan-sombras-luces_129_7393633.html