El ODG se suma a la indignación mostrada internacionalmente por el asesinato de Berta Cáceres



COMUNICADO

Profunda indignación internacional ante el asesinato de la líder indígena Berta Cáceres en Honduras

4 de marzo 2016, Planeta Tierra

Berta Cáceres, lideresa indígena, representante durante más de veinte años del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), fue asesinada en la madrugada de este jueves 3 de marzo mientras dormía en su casa en La Esperanza, Intibucá, a unos 188 km de Tegucigalpa, por mano de hombres armados «desconocidos».

Además de haber sido una férrea defensora de los derechos del movimiento campesino e indígena hondureño, Berta Cáceres, ha sido una destacada  e inspiradora luchadora social, a nivel regional y continental,en defensa de la justicia social y ambiental, en particular  en la resistencia frente a los megaproyectos mineros e hidroeléctricos.

Además de identificar con toda claridad a los Tratados de Libre Comercio como parte de un mismo engrenaje que asegura la impunidad de las empresas transnacionales, Berta luchó por la salud, por la tierra y en contra del patriarcado y de la violencia. Se opuso al golpe de Estado del 28 de junio de 2009, ya que para el COPINH el Golpe dispuso un instrumento de violencia al servicio de las empresas trasnacionales para el saqueo de los bienes comunes y la represión de las organizaciones sociales que han tenido oposición. Además, fue firme en el rechazo a la instalación de bases militares estadounidenses en el territorio Lenca.

En abril de 2015 Berta Cáceres recibió el premio Goldman, uno de los más prestigiosos del mundo en temas ambientales, otorgado por su colaboración en la defensa del territorio Lenca amenazado por las consecuencias nefastas y la violencia de la construcción del Proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca, de la transnacional china SINOHYDRO y la empresa hondureña Desarrollo Energético Sociedad Anónima (DESA). El pueblo Lenca llevaba años denunciando la vulneración del derecho al agua como fuente de vida y de cultura frente al hostigamiento de empresas, paramilitares y gobierno.

Berta Cáceres era madre de cuatro hijas y   tenía medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por lo que debía gozar de protección especial por parte   del gobierno hondureño. Empero, Berta ha sido asesinada por un Estado que resguarda los intereses  del capital local, de las empresas trasnacionales que han querido  adueñarse de los territorios, de los bienes comunes;  su lucha en favor  de la vida, de los más necesitados, fue motivo de que en varias  ocasiones fuera llevada a juicio, perseguida, amenazada.

La lideresa hondureña denunció en repetidas ocasiones haber recibido amenazas de muerte  en el contexto de  violencia generalizado: 111 activistas ambientalistas asesinados en Honduras entre el 2002 y el 2014 según el informe «¿Cuántos más?» elaborado en 2014 por la ONG inglesa Global Witness. Eso hace de Honduras el país con el índice más alto de violencia de los 17 países analizados y demuestra la arquitectura de la violencia y impunidad de la megamineria, el negocio hidroeléctrico, entre otros, a favor del capital privado y de los gobierno cómplice. Según la ONG hondureña ACI-PARTICIPA (Asociación para la participación ciudadana en Honduras), más del 90 % de los asesinatos y abusos de los derechos humanos de los defensores en Honduras siguen sin resolverse.

Exigimos al gobierno de Honduras:
Que ponga fin a la impunidad y que se investigue el asesinato de Berta Cáceres y de todas las compañeras y compañeros que han luchado por la justicia social y el medio ambiente.
Que el Estado hondureño asegure la integridad, libertad y Derechos Humanos de Gustavo Castro de Soto y de Aureliano Molina, compañero de Berta Cáceres.
Que se suspendan todos los proyectos denunciados por los defensores de derechos humanos; entre ellos los proyectos Hidroeléctricos Agua Zarca en el río Blanco y Blue Energy en el rio Cangel.
Que se retiren las empresas y instituciones constructoras o financiadoras de proyectos donde se denuncian violaciones de los DDHH y donde no ha habido consulta previa, según el articulo 169 OIT.
Que acabe la persecución y criminalización de las que defienden los derechos humanos y que se cumplan las medidas cautelares de protección.

Expresamos nuestras más profundas condolencias a los familiares de Berta Cáceres, a todas sus compañeras de lucha y al pueblo Lenca  por tan horribles hechos.

Llamamos a la movilización ciudadana y la denuncia inmediata ante las  embajadas y consulados de Honduras en el mundo, para demostrar nuestro  repudio ante este crimen y nuestra exigencia de justicia.

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