Afectados por la construcción de gigantescos proyectos de infraestructuras –aeropuertos como el de Notre Dame de Lande en la Bretaña francesa, parques temáticos como BCNWorld, urbanizaciones ilegales como El Algarrobico, proyectos mineros, autopistas, plantas de carbón o centrales nucleares– se han reunido estos días de mayo en la Transilvania rumana. Lo han hecho para compartir una mirada que seguro les resultará familiar: la de resistir a la imposición en sus territorios de 'grandes planes de desarrollo' de dudoso interés general que generan desconfianzas y expectativas a gusto del poblador. (sigue..)
Megaproyectos impuestos e innecesarios
Artículo publicado en El Periódico (15/5/2014).