Nota de prensa del 18 de abril de 2018
El informe filtrado hoy por algunos medios de comunicación, realizado por la consultora Pöyry, es un análisis de coste beneficio del tramo STEP (la parte del MidCat que atraviesa de España a Francia) y fue encargado por la Comisión Europea como un estudio independiente ante las discrepancias surgidas entre las diferentes compañías de gas. La publicación del informe se ha ido retrasando, probablemente por la resistencia de los promotores del proyecto. Ya existían rumores de que el informe no resultaba muy favorable a la construcción del gasoducto. Aunque no ha sido oficialmente publicado aún, la filtración del informe confirma dichos rumores.
El gasoducto ha sido fuertemente promovido por el Gobierno español, por la empresa española Enagás y por el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía Miguel Arias Cañete. Sin embargo ha recibido críticas por parte del regulador francés y de la compañía francesa GRTGaz (propiedad de ENGIE). El informe demuestra que el gasoducto solo sería económicamente viable si se diera un conjunto de condiciones que las personas expertas creen absolutamente improbables (como una situación de mercado muy ajustada del Gas Natural Licuado provocada por una caída drástica del suministro de gas desde Argelia). El informe demuestra que no habrá flujo de gas desde España a Francia a través del gasoducto y que la construcción del mismo no aportará ninguna resiliencia adicional al sistema gasista europeo en ninguna de las hipotéticas situaciones de estrés ensayadas en el estudio.
El comisario Arias Cañete, el Gobierno español y Enagás han defendido hasta la saciedad que España, a través del MidCat, se convertiría en un garante de la seguridad energética en la Unión Europea, dado que España gracias a sus regasificadoras contribuiría a diversificar las fuentes de importación de gas en la región y a independizar a Europa del gas ruso. Este estudio les desmiente de plano. Si, como dice este documento, no se preveen flujos desde España hacia Francia, o el comisario europeo, el Gobierno español y Enagás están muy mal asesorados o existen intereses que no están revelando. Es importante recordar que este gasoducto ha recibido recientemente el respaldo europeo al ser incluído en la lista de Proyectos de Interés Común (PIC). La condición de PIC le garantiza el acceso a financiación pública europea y a unos trámites agilizados. Si las condiciones para otorgarle este estatus no se cumplen cabe preguntarse si existen otros proyectos en la lista PIC en la misma situación y si la política energética europea en general está respondiendo al interés común o a otras motivaciones.
A la vista de las conclusiones de este informe, a Francia no le interesa el proyecto y podría desvincularse del mismo. Teniendo en cuenta que dos terceras partes del coste del MidCat son para tramos en territorio francés, si el país vecino se desvincula, ¿quien pagará esas obras? ¿Repercutirá nuevamente el coste en la ciudadanía a través de la factura del gas, tal y como está ya pasando con el almacén Castor?
Una política energética europea que se apoye en los combustibles fósiles nos continuará alejando del cumplimiento de los objetivos climáticos de París.
Artículo publicado en La Marea.
Más información:
Samuel Martín-Sosa Rodríguez, responsable de Internacional de Ecologistas en Acción, 686 961 486
Josep Nualart Corpas, investigador del Observatori del Deute en la Globalització, 617 113 462