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Nuevo informe que recoge la falta de participación y acceso a los mecanismos de recuperación económica por parte de la ciudadanía
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Estas preocupaciones se ponen de manifiesto por la experiencia directa de ocho organizaciones de la sociedad civil (entre las cuales está el ODG) que han ido supervisando los fondos de recuperación y los resultados de una encuesta a más de 170 ciudadanos de la UE de veintiún Estados miembros.
En los últimos años, se ha proporcionado una cantidad extraordinaria de financiación e inversión de la UE a través del presupuesto comunitario, el paquete de fondos de recuperación NextGenerationEU de 806.000 millones de euros y, más recientemente, de 20.000 millones de euros adicionales de nuevas subvenciones
del REPowerEU.
El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) representa la mayor parte de este paquete de recuperación global. El MRR, un nuevo instrumento diseñado para estimular la recuperación económica tras la pandemia de la covid-19, es también el primer mecanismo de financiación en el marco del plan del Pacto Verde Europeo de 2019 para convertir a Europa en el primer continente neutro desde el punto de vista climático. El MRR impulsa nuevas inversiones y reformas para aumentar la resiliencia y abordar mejor los retos a largo plazo como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la escasez de recursos.
Asimismo, el InvestEU, un programa financiado principalmente a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que pretende generar 372.000 millones de euros en inversiones, tiene las infraestructuras verdes como una de sus principales prioridades y sirve como instrumento clave para la financiación del Pacto Verde Europeo.
Falta de transparencia y democracia en la gestión de los fondos
Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de dinero público que se ha otorgado o se otorgará pronto, las decisiones sobre cómo y dónde invertir estos valiosos recursos se han tomado, cada vez más, a puerta cerrada, sin la implicación de la ciudadanía y otros agentes fundamentales.
La participación pública es un requisito previo esencial para una recuperación verde y transformadora. Así, el éxito de esta recuperación depende del grado de participación e inclusión.
Al participar e implicarse, la ciudadanía ayuda a identificar y adecuar las inversiones a las necesidades reales de sus sociedades y economías. También garantiza una mejor distribución de la propiedad y una implementación más eficiente.
Sin embargo, la ciudadanía ha quedado en gran parte excluida tanto en el diseño como en la ejecución de los planes de recuperación, con inversiones que no han cubierto sus necesidades. No garantizar una adecuada implicación pública servirá solo para aumentar las desigualdades actuales y erosionar aún más la democracia europea, además de limitar el potencial del fondo a la hora de alcanzar los objetivos ecológicos.
Dos años después de que el Reglamento entrara en vigor oficialmente en febrero de 2021, y ahora que se acerca la mitad del plazo para el pago de los fondos de recuperación, se ha avanzado poco hacia el objetivo de la Comisión Europea de recuperarla de la covid-19 y alcanzar la resiliencia económica a largo plazo.
Ambición climática insuficiente
Aunque el programa InvestEU es una importante fuente potencial de financiación para el Pacto Verde Europeo, han surgido dudas sobre su idoneidad. Nuestro análisis muestra que su principal socio ejecutor, el BEI, no excluye de forma rotunda la financiación de los combustibles fósiles a través de las empresas y los inversores con los que trabaja, y también existe el riesgo de que financie principalmente empresas que pueden financiar proyectos ecológicos por sí mismas, por lo que no ofrece un valor añadido claro en términos de aumentar suficientemente la financiación climática. Además, el programa InvestEU no tiene puntos de entrada para que los ciudadanos puedan participar de forma significativa en el proceso de toma de decisiones para decidir qué inversiones deben financiarse.
El paquete REPowerEU, que es la respuesta de la UE a la invasión rusa de Ucrania para acelerar el abandono de los combustibles fósiles rusos, también plantea nuevos retos y oportunidades. Se han proporcionado recursos adicionales para financiar ese cambio, pero para que sean eficaces es crucial una consulta pública
abierta.
NOTA: Este informe es parte del proyecto Citizens’ Observatory for Green Deal Financing, financiado por la Unión Europea. No obstante, los puntos de vista y opiniones expresados son exclusivamente los del autor o autores y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea ni los de la Agencia Ejecutiva en el Ámbito Educativo y Cultural Europeo (EACEA). Ni la Unión Europea ni la EACEA pueden ser consideradas responsables de las mismas.