La recurrencia y virulencia de los fenómenos meteorológicos extremos y otros acontecimientos relacionados con la crisis climática, han aumentado de manera muy visible en la última década. A pesar de que el diagnóstico climático ya apuntaba hacia esta nueva y dura realidad, cada episodio parece superar la capacidad de previsión e intervención.
Los últimos acontecimientos vividos, desde la sequía y el incremento de las olas de calor en Cataluña, la DANA en el País Valèncià o los incendios forestales de este verano en Cataluña, Madrid, Extremadura, Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha, y las recientes inundaciones en Alcanar; han tenido consecuencias trágicas y demuestran que su magnitud necesita la reconsideración y profundización de las estrategias de intervención.
A su vez, la negligencia institucional en algunos casos, y las limitaciones de una administración debilitada por los efectos del neoliberalismo en los servicios públicos, ha situado la autoorganización vecinal como garante de la respuesta inmediata después del desastre. El apoyo vecinal, las brigadas voluntarias o el envío de material, tanto hace más de 20 años con el desastre del chapapote en Galicia, como hace 1 año con la Dana en el País valencià o hace unos meses con los incendios en la península nos recuerdan como en momentos de catástrofe, el sentimiento de comunidad emerge y da respuesta a las necesidades más inmediatas.
A pesar de las fortalezas de las estructuras populares y asociativas que han sido capaces de reaccionar con rapidez, nos hemos visto limitadas, por falta de preparación colectiva, por desconocimiento, por falta de material y coordinación. ¿Cuál es el margen de mejora de la respuesta colectiva al desastre? ¿Cómo podemos fortalecer las capacidades de la ciudadanía y de las organizaciones y colectivos? ¿Qué potencialidades y qué límites tiene? ¿Solo el pueblo salva el pueblo? ¿O es necesaria una coordinación público-comunitaria?
De todo esto queremos hablar en el espacio de debate «Como fortalecemos la respuesta comunitaria al desastre?». Queremos crear un espacio para compartir aprendizajes, errores, preocupaciones y deseos, que pueda iniciar un debate sobre el papel de los movimientos, las organizaciones y las entidades sociales ante las emergencias.
Con la participación de:
