El turismo o la vida. Trabajo y precariedad en la ciudad neoliberal

El turismo se vende a la opinión pública como una industria netamente positiva, generadora de empleo, crecimiento y oportunidades. Pero hay una cara B de esta fotografía ideal, a menudo muy invisibilizada, que es una precariedad laboral especialmente acusada en la que están sometidas las personas trabajadoras de esta industria.

Nuevo informe ODG, por Max Carbonell Ballestero.

Este informe pone el foco en esta situación y pretende, además de visibilizar las consecuencias insostenibles de esta precariedad estructural, profundizar en conocer cuál es su origen o causa, cuáles son los mecanismos con los que opera y se impone, además presentar algunas de las alternativas o propuestas que los movimientos sociales y las personas trabajadoras organizadas están poniendo sobre la mesa.

Para ello, el informe comienza con un análisis breve del contexto económico neoliberal -actual y histórico- y su relación con la fuerza de trabajo, y lo hace a escala global, pues hablamos de lógicas capitalistas que se extienden y se ‘infiltran por todo el mundo, pero poniendo especial atención a cómo el proyecto neoliberal se ha articulado en el Estado español y en la ciudad de Barcelona, ​​donde el turismo ha tenido un peso central

Así, en la parte central del informe se aborda el modelo productivo del Estado, donde el sector servicios -y entre ellos el turismo- es el predominante. Recogemos datos cuantitativos y cualitativos de otros estudios para trazar un relato que explica cómo esta articulación del modelo turístico dominante sólo es posible a costa de una precarización creciente de las personas trabajadoras. En informes anteriores del ODG ya explicamos como la mercantilización del suelo y la devaluación interna fueron dos de las estrategias principales para salir de la anterior crisis.

Aquí nos centramos en esta última y explicamos a qué lógicas de especulación y explotación responden medidas como la Reforma Laboral, que han hecho aumentar sensiblemente la precariedad de muchas trabajadoras y excluyen a muchas personas del mercado laboral. Y ponemos especial atención a cómo todo esto se desarrolla de diferentes maneras y de forma más acusada en torno a ejes como el género, la raza u origen y/o la edad; pues las mujeres, las personas de origen migrante o racializadas, y las personas jóvenes, constituyen la amplia mayoría de la fuerza de trabajo en el sector turístico.

El informe profundiza al mismo tiempo en un tema central y de cada vez más actualidad, también en el turismo, como es el de la sostenibilidad. Se hace una aproximación crítica al concepto de «sostenibilidad» y cómo se está desplegando en la gestión que están haciendo bajo este paraguas las administraciones, sobre todo en relación con el trabajo digno o decente. Demasiado a menudo sometidos a intereses privados con mucho peso, a través, por ejemplo, de colaboraciones público-privadas como el consorcio de Turismo de Barcelona, ​​en el turismo vemos de forma evidente como los intereses de la patronal turística se imponen casi siempre a los derechos de las personas trabajadoras.

Finalmente, el informe, recoge algunas de las propuestas e ideas trabajadas por movimientos sociales, sindicatos y personas trabajadoras (auto)organizadas, activistas y académicos críticos, a fin de transformar un modelo que hace la vida insostenible, hasta el punto de tener, hoy en día, millones de trabajadoras pobres y bajo condiciones laborales que son perjudiciales para la salud. Sin embargo, y más allá de algunas de las recomendaciones que se hacen orientadas a la administración municipal, el informe pone de relieve la condición estructural de esta precariedad y cómo está ligada a dinámicas globales enmarcadas en la fase neoliberal que vivimos actualmente. El problema adopta especificidades y particularidades concretas por el lugar donde nos encontramos y el sector del que hablamos, pero es transversal a la clase trabajadora. Es aquí donde también se quiere poner el énfasis; en la necesidad de tejer alianzas de clase y recuperar parcelas de poder y soberanía que permitan recuperar terreno en la batalla entre capital y trabajo.

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