Enagás (en España) y Teréga, antigua TIGF, (en Francia) han estado promoviendo durante más de una década la construcción del gasoducto Midi-Catalunya (más conocido como “MidCat”), un proyecto de infraestructura de gas altamente controvertido entre Francia y España, que se enfrenta a una oposición cada vez mayor a ambos lados de los Pirineos.
MidCat sería un nuevo gasoducto que transcurriría al este de los Pirineos con el objetivo de duplicar la capacidad de las interconexiones actuales entre Francia y España. El proyecto, que podría transportar 7.5 bcm de gas cada año en ambas direcciones, requiere de la instalación de aproximadamente 1.250 km de tuberías, incluyendo 800 km en Francia y 450 km en España. Se trataría de una inversión astronómica de 3.100 millones de euros para una infraestructura que supuestamente estaría construida en 2020.
Aunque Enagás y Teréga lo presentan como un proyecto diferenciado, STEP (siglas de “South Transit East Pyrenees”) es la primera fase del proyecto MidCat: un gasoducto de 227 km a través de la frontera Francia – España. El Proyecto MidCat, en realidad se parece cada vez más a un caballo de Troya, con una ambición en constante crecimiento, aumentando de tamaño cada vez que se actualizan los planes a nivel europeo: 25 km de longitud en 20133, 432 km de longitud en 20154 y 577 km de longitud en 2017 (repartidos entre MidCat y STEP).
Tanto MidCat como su subdivisión STEP, forman parte de la lista de “Proyectos de Interés Común” (PIC) energéticos de la UE, una lista elaborada por la Comisión Europea y los estados miembros para identificar los proyectos de infraestructura energética necesarios en Europa, supuestamente por razones de seguridad energética y climáticas.
Es crucial para promotores como Enagás y Teréga contar con proyectos en esta lista, no sólo porque así se benefician de la obtención de licencias de manera acelerada, sino también (y sobre todo) porque así son candidatos a recibir ayudas públicas significativas y atraen con mayor facilidad a inversores privados.
El proyecto ha sido politizado y priorizado de manera importante por parte del gobierno español, y la Comisión Europea está avanzando con él gracias a la actitud pasiva y expectante de las autoridades francesas. Sin embargo, el proyecto arroja serias dudas económicas, medioambientales y climáticas y actualmente cuenta con la fuerte oposición de docenas de grupos de ciudadanos preocupados, miembros del Parlamento Europeo y organizaciones medioambientales a nivel local, regional, nacional y europeo.
El objetivo de este documento es exponer estas dudas y desmontar los mitos desarrollados por Enagás y Teréga para promover MidCat/STEP así como revelar los intereses reales que hay en el fondo.
MITO 1: El gas contribuye a la lucha contra el cambio climático
MITO 2: El gas facilita una adecuada transición energética
MITO 3: El gas es una fuente de energía limpia
MITO 4: El MidCat/STEP es necesario para asegurar el suministro de gas
MITO 5: El MidCat/STEP es necesario para diversificar los suministros de gas
MITO 6: El STEP es una inversión barata y eficiente
MITO 7: Los precios del gas caerán gracias al MidCat/STEP
MITO 8: Los promotores del MidCat/STEP buscan el ”interés común”