El ODG nos sumamos a la convocatoria de huelga y mobilización del 8 de marzo 

Este 8 de marzo llega en un contexto de excepcionalidad, como ya va siendo tónica general desde que empezó la pandemia. Esta vez, a las múltiples crisis y emergencias -de cuidados, social, económica, ambiental- se le suman las consecuencias de un conflicto armado de gran alcance, como es el que ha desencadenado Rusia com la ocupación militar de Ucrania. Una vez más es la población civil la que sufre y sufrirá las consecuencias en Ucrania, Rusia, pero tambien en muchos otros lugares del mundo, como Palestina, el Yemen, Siria o Afganistán (entre muchos otros), donde ya hace años que conviven con guerras y conflictos armados que no acaparan el foco mediático.

Las feministas trabajamos juntas contra las precariedades, las fronteras y las violencias, y también, como no puede ser de otra manera, contra las guerras. Es por ello que hoy también queremos visibilizar el llamamiento de las feministas rusas contra la guerra.

Este 8 de marzo cerramos para volver a salir de nuevo a la calle con el movimiento feminista. Lo hacemos para decir basta a las violencias machistas y patriarcales, a las precariedades a las que nos somete el capitalismo, al racismo de las políticas europeas que crean ciudadanas de primera y de segunda. En definitiva, para decir basta a un modelo biocida, insostenible, que nos lleva al colapso. Un modelo que ni queremos, ni funciona para la mayoria de vidas, especialmente para los colectivos más precarizados: mujeres migrantes y racializades, las mujeres jóvenes y mayores, las personas diversas con identidades y géneros disidentes, las mujeres con diversidades funcionales y sensoriales, las trabajadoras sexuales, entre otras.

Salimos a la calle para reclamar otras políticas y otras propuestas, por la necesidad de una transición ecofeminista real, y no la que nos estan vendiendo con los “planes de recuperación”, tan a nivel catalán, estatal, como con los fondos europeos “Next Generation EU”, realizada con maquillaje morado y verde. Pedimos medidas concretas de justicia ecofeminista, en defensa del trabajo digno, los bienes comunes y los servicios públicos básicos, con principios de suficiencia, soberania y sostenibilidad con los territorios y los ecosistemas.

Reclamamos la (re)distribución de recursos, humanos y materiales para la cobertura de nuestras necesidades y derechos: hablamos de trabajo productivo y reproductivo, así como el acceso al agua, la energia, la alimentación, la vivienda, la salud, la educación y los cuidados; con las siguientes demandas:

• Justicia financiera: la derogación de medidas de austeridad vigentes -como es la priorización del pago de la deuda pública al territorio estatal-, el fin de los procesos de privatización -como son las colaboracioens publicoprivadas- y los recortes en servicios públicos y prestaciones sociales. Cancelación de todas las deudas ilegítimas.
• Medidas y recursos para hacer viables las propuestas de gestión comunitaria y pública: iniciativas (re)localizadas como son las Comunidades Energéticas e Hídricas, huertos comunitarios, vivienda en cesión de uso, comunidades de aprendizajes y cuidados, y un sistema sanitario públic reforzado. Lucha contra la impunidad corporativa de las empresas transnacionales y oligopolios, que implican el extractivismo más crudo, la vulneración de derechos y incluso el asesinato de defensoras de derechos humanos, con graves consecuencias, especialmente en el Sur Global, y las desigualdades crecientes en nuestro territorio.
• Defensa de los derechos laborales y trabajo en condiciones dignas: derogación de normativas que impliquen violencia institucional como es la ley de estrangeria y las reformas laborales estatales. La integración de las trabajadoras del hogar y los cuidados en el Régimen General de la Seguridad Social para que sean reconocidos sus derechos como trabajadoras.

Compartimos el Manifiesto de la coordinación 8M del movimiento feminista de este año en Cataluña, con el lema “Les feministes som aquí contra les precarietats, les fronteres i les violències!”.