Por una política libre de combustibles fósiles, campaña #FossilFreePolitics


EXIGIMOS UNA POLÍTICA LIBRE DE COMBUSTIBLES FÓSILES

¿Cómo apartar los intereses de los #CombustiblesFósiles de las políticas europeas? ¿Cómo acabar con todas las reuniones privadas, los eventos conjuntos, las puertas giratorias… entre el lobby del petróleo, gas y carbón, y los políticos?

Unos 200 grupos de la sociedad civil exigimos con la campaña #FossilFreePolitics un cortafuegos que proteja a los legisladores de la UE de la interferencia de la industria de los combustibles fósiles. Es urgente una política libre de combustibles fósiles.

Necesitamos restricciones como las adoptadas para la industria del tabaco, que prevengan la influencia de los combustibles fósiles en política europea: NO más reuniones en privado, NO más partenariados, NO más colaboraciones.

Únete al llamado para una política libre de combustibles fósiles y firma la carta:

Estimados/as políticos,

Estamos ante una emergencia climática creada por la industria fósil. Exigimos una política libre de combustibles fósiles.
Las comunidades ya están sufriendo los impactos del caos climático, con tormentas, sequías e incendios récord, que afectan especialmente al Sur global. Nuestros derechos a la vida, a la salud, a la alimentación y a un nivel de vida adecuado están en riesgo, mientras que unos pocos privilegiados viven una vida de lujo.

Más de dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la actividad humana provienen de una sola fuente: la industria fósil. Para evitar el colapso climático global, la gran mayoría de las reservas de gas, petróleo y carbón de estas compañías deben permanecer bajo tierra. Necesitamos medidas urgentes a gran escala para deshacernos de los combustibles fósiles y transitar hacia energías 100% renovables, priorizando a las personas trabajadoras y las comunidades.

La industria de los combustibles fósiles es uno de los sectores más lucrativos de la historia: solo Shell, BP y ExxonMobil se embolsaron casi $ 55 mil millones en 2018. La industria ha contaminado durante décadas nuestra política para proteger sus ganancias. Las compañías de combustibles fósiles han tratado implacablemente de negar la ciencia y retrasar, debilitar y sabotear la acción climática, a pesar de saber que sus negocios contribuyen al calentamiento del planeta y destruyen comunidades a lo largo de la cadena de suministro. Su modelo de negocio está matando nuestro presente y futuro.

Los gobiernos del mundo se comprometieron en el Acuerdo Climático de París a mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados. Pero desde que se firmó, las cinco grandes corporaciones de combustibles fósiles (Shell, BP, ExxonMobil, Total y Chevron) han gastado $ 1 millardo en lobby y publicidad para socavar este objetivo.

Estas tácticas de cabildeo corporativo han sido devastadoramente efectivas: los gobiernos de la UE y Europa continúan estableciendo límites de emisión y objetivos de generación de energía renovable inadecuados, animándonos a consumir combustibles fósiles, subsidiando nuevos gasoductos y plantas de carbón y promoviendo falsas soluciones.

Esto termina aquí. Millones de jóvenes han salido a las calles, uniendo fuerzas con otras personas alrededor del mundo para exigir justicia climática y un futuro libre de combustibles fósiles. Ya no podemos permitir que la industria fósil se involucre en la toma de decisiones democráticas si queremos detener el caos climático, arreglar nuestro sistema energético y proteger a las personas y al planeta.
El único camino a seguir es garantizar que la política climática y energética se lleve a cabo completamente bajo el interés público. Al igual que las restricciones existentes sobre los lobby en la industria tabacalera, necesitamos un firewall que proteja nuestras instituciones democráticas y responsables de la toma de decisiones de la interferencia generada por la industria fósil: no más reuniones privadas de lobby, asociaciones o colaboraciones.

Necesitamos una política libre de combustibles fósiles, antes de que sea demasiado tarde.

Hacemos un llamado a nuestras instituciones políticas para defender una política libre de combustibles fósiles:

  1. Instituir un cortafuegos para poner fin al acceso de la industria fósil en la toma de decisiones: no hay reuniones de lobby; no aceptar sillas en los órganos de expertos y asesores en las empresas de la industria; no permitir representación ni papel en los organismos gubernamentales de investigación.
  2. Evitar conflictos de intereses de políticos: no hay puertas giratorias entre los cargos públicos y la industria fósil; no se ocupan cargos ni colocaciones en la industria; no se contratan consultores de la industria.
  3. Poner fin al trato preferencial de la industria fósil: no participa en las negociaciones climáticas; no participa de las delegaciones gubernamentales en negociaciones internacionales o misiones comerciales; no más subsidios o incentivos para actividades relacionadas con los combustibles fósiles.
  4. Rechazar asociaciones con la industria fósil: no establecer patrocinios ni colaboraciones; no compartir plataformas con representantes de la industria; no organizar ni asistir a eventos de la industria; no aceptar donaciones a partidos ni candidatos.

    Únete al llamado para una política libre de combustibles fósiles y firma la carta aquí.

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