Retos para transformar el modelo energético


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«Transformar el modelo energético: El municipalismo como respuesta a los retos de la transición energética».

Policy paper ODG por Josep Nualart.

La transición energética nos ofrece la oportunidad de enfrentar la crisis climática mediante la transformación del actual modelo energético. Para que esta transformación sea real, no es preciso basarse en meros cambios técnicos y tecnológicos, sino que hay que afrontar el gran reto que supone la democratización de la energía. Esta nos tiene que permitir que las decisiones sobre el sector energético dejen de estar en manos de las grandes empresas energéticas, poniendo en marcha un proceso de apoderamiento por parte de la ciudadanía. Habría también que asegurar que este proceso incluyera la financiación de la transición energética para evitar que participen los grandes poderes financieros y recuperar la energía como bien común. También es necesario que la transición energética se realice con una mirada ecofeminista para garantizar que el nuevo modelo energético ponga la vida en el centro, haciéndolo más justo social y ambientalmente.

La transición energética nos permitirá hacer frente a la crisis climática y lograr la soberanía energética, si se apuesta para que se realice a nivel local, a través del municipalismo. Este consiste en la interacción entre distintos agentes municipales, como la esfera institucional y la pública. Para garantizar que la interacción funcione correctamente, los movimientos tienen que empujar para que los consistorios reconozcan los espacios de transformación existentes y creen otros que sean necesarios, exigiendo su autogestión e independencia. Las instituciones municipales cuentan con ciertas competencias en materia de energía, pero la parte más estratégica de la política energética es competencia del Estado español. A pesar de ello, existen experiencias transformadoras a nivel local en todo el territorio catalán que han permitido iniciar una transición energética real. Uno de los casos más relevantes ha sido la creación del operador energético municipal Barcelona Energía, que se concibió para que fuera un agente de cambio que contribuyera a la transformación del modelo energético de la ciudad. Las limitaciones jurídicas y legislativas, junto con la necesidad de apostar firmemente por la creación de espacios de participación y/o co-creación, ha hecho que las acciones atribuidas actualmente a Barcelona Energía se correspondan únicamente con la comercialización de electricidad.

Son muchas las propuestas para enfrentar los retos identificados. Las recogidas en este policy paper son:

  • Las declaraciones de emergencia climática deben reconocer la actual situación de crisis climática y ser concebidas como la herramienta que debe permitir a las instituciones abordarla con urgencia.
  • Las medidas que se incorporen deben garantizar que la transición energética permita transformar el actual sistema capitalista, neoliberal y extractivista en uno que se base en el decrecimiento material y energético.
  • Democratización de la energía: conformar espacios de gobierno publico-comunitario que sean corresponsables, descentralizados, inclusivos, fiscalizados y legítimos.
  • Financiación de la transición energética participativo y desde una óptica no mercantilista.
  • Revertir el actual proceso de financiarización del sector energético apostando por opciones financieras que permitan que la transición energética se produzca bajo el paradigma del decrecimiento.
  • Mirada ecofeminista: nuevo modelo energético que acoja y reproduzca la vida, reivindicando la energía como derecho.

 

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